El ser humano podría ser más responsable de lo que cree en el hecho aparentemente natural de que un día amanezca nublado… o que con frecuencia, después de una semana soleada, el fin de semana esté todo encapotado.
Según un estudio que fue llevado a cabo por científicos de la NASA, los aerosoles creados por el ser humano son responsables en gran medida de la cobertura de nubes del cielo, y en consecuencia, del clima.
De manera natural, los aerosoles son una mezcla de partículas líquidas y sólidas suspendidas en un gas que se crean debido a la emisión de gases de los volcanes o a la pulverización del agua marina, por ejemplo. Pero se calcula que un 10 % de los aerosoles que se generan en la Tierra tienen origen artificial: quema de combustibles fósiles, incendios forestales o el uso agrícola del suelo.
Por otro lado, las partículas formadas de esta manera, al condensarse con el agua de la atmósfera y formar gotas que dan lugar a nubes, originan un tipo de nubes caracterizadas por producir menos lluvia y mantenerse mucho más tiempo en el cielo.
Esto también explicaría que porcentualmente hay más fines de semana nublados: durante la semana se genera la mayoría de actividad humana, provocando las nubes para el fin de semana, y el parón de fin de semana aclara el cielo para los días laborales.