lunes, 29 de marzo de 2010

El Hope Diamond y el Wittelsbach-Graff, exhibición única en el Smithsonian


El Hope Diamond es uno de los grandes diamantes con nombre y curriculum. Su historia empieza en el siglo XVII y en la actualidad está en exposición permanente en el Museo Nacional de Historia Natural Smithsonian en Washington D.C.

Un mercader francés, Jean Baptiste Tavernier, lo compró en la India en uno de sus viajes y se sospecha que fue hallado en la mina Kollur de Golconda. La gema pesaba inicialmente unos 115 kilates y, desafortunadamente debido a los caprichos y gustos de sus sucesivos propietarios, fue tallado hasta los 45,52 kilates que tiene hoy día.

De vuelta a su tierra, el mercader lo vendió en 1668 al Rey Luis XIV y pasó por las manos de otros reyes franceses, del inglés Jorge IV y ricos propietarios como la familia Hope, de donde adoptó su nombre.


La información de su recorrido por distintos joyeros y cambios de engaste son fascinantes y está completa en la web oficial del museo. Su último propietario, Harry Winston Inc., lo donó al Smithsonian el 10 de noviembre de 1958.


Otro gran diamante azul que ha marcado la historia de las gemas es el Wittelsbach-Graff. Bien, por primera vez desde hace 50 años el diamante está expuesto al público y en un lugar de honor: junto al Hope Diamond.

Se pueden ver estas dos extraordinarias joyas en una excepcional exhibición en el mismo Smithsonian que terminará el próximo 1 de agosto. Si vais a Estados Unidos y os apasiona el mundo de los diamantes, no dejéis pasar esta oportunidad posiblemente irrepetible de contemplarlos juntos.

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