La CNT de Lebrija se abona a la injuria, la intolerancia y la mentira

En su último panfleto arremete contra quien cuestiona sus dogmas ideológicos, ya sean estos religiosos –injurias al párroco incluidas- o defensores del derecho a vivir.

Según ha podido conocer HO, la pasada semana fue distribuido en el municipio sevillano de Lebrija, de forma gratuita por toda la ciudad, un “boletín” de cuatro hojas, editado por el sindicato anarquista CNT, que sería más propio calificar como “panfleto ideológico” por su contenido, su muy escasa calidad y por parecer escrito por una única persona que se expresa de hecho en primera persona -adjuntamos también el documento en archivo adjunto-.

En la segunda página se publica un artículo que, bajo el título Bienvenido Sr. Cura, realiza afirmaciones injuriosas contra el párroco de la Parroquia local de Jesús de Nazaret, el padre Alexander, incitadoras al odio y claramente intolerantes, que exceden los límites a los que debe estar sujeta la libertad de expresión.

Entre otras afirmaciones, señala lo siguiente:

"...señor cura, nuevo párroco de la iglesia de Nazaret váyase usted a la mierda de la que ha salido ( la Santa Iglesia) y no vuelva más por este pueblo en el que no es bienvenido, que personajes como usted deberían desaparecer de este mundo."

Arremetida también contra quienes defienden el derecho a vivir

Curiosamente, en el mismo artículo, que no va firmado pese a que el texto está redactado en primera persona –la cobardía tiene estas cosas-, se arremete también contra el derecho a manifestarse de quienes defienden el derecho a vivir y repudian la ley del aborto impuesta por Zapatero. Lo hace, además, tratando de confundir a la opinión pública al calificar el aborto, un delito según nuestra legislación, como un “derecho”: quien defiende la anarquía, claro, niega la legalidad; igual papel mojado les resulta entonces el derecho de los demás a opinar diferente. Para la CNT de Lebrija –a falta de autor que firme-, que se manifieste nadie por el “derecho a vivir” y en contra del aborto es, sencillamente, “lamentable”:

“Digo que es lamentable porque no está bien que se quiera imponer al resto de la sociedad unas creencias religiosas que son las que impiden el libre uso del derecho de las mujeres al aborto”.

Y no se sabe en virtud de qué, en su remate escondido en el anonimato –quizá es que tampoco tenga más apoyos-, el autor sigue insistiendo en aunar la defensa de la vida con la religión, no se sabe en virtud de qué, a parte de por el odio ciego que a lo religioso que desprende todo el escrito:

“Me despido diciendo que estamos hartos de tanta hipocresía y de tanto querer recortar derechos a los demás en nombre de las creencias religiosas de unos pocos”.

Basta una sonrisa para una CNT con pocos acólitos, que se permite calificar de "minoritario" y "religioso" el movimiento en defensa de la vida, seguramente por desear para sí las pruebas claras de su carácter mayoritario, aconfesional y apolítico mostradas en las diferentes manifestaciones celebradas desde el año pasado. Sin más comentarios.