La verdad es que a día de hoy se me antoja raro pensar en un futuro donde las bebidas vengan en bolsas de aluminio, que no botellas. Hay que reconocerlo como algo utópico. Pero quien sabe, el mundo cambia a pasos agigantados.
Sneak-it-in es el nombre de esta curiosa bebida, que se vende en pequeñas bolsitas fabricadas en aluminio (amén de otros componentes) y que pueden llevarse de un lado a otro en cualquier bolsillo. Permiten almacenar 22 centilitros (aproximadamente los 20 cc. de un botellín de refresco de cualquier bar) de líquido a nuestra elección, ya que las venden vacías.
Supongo que será otro producto más a favor del tan hablado cambio climático. Yo diría que además buscan hacer un buen negocio, porque cobrando 10 euros por tres unidades ya pueden ser buenas las bolsitas. Sí, lógicamente la fabricación es mucho más compleja que una botella de plástico, y además son la mar de originales, pero… con ese precio parece complicado que se vendan de forma masiva en el mercado actual.
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