Cuando estamos en la mesa comiendo, una de las cosas que más pereza me da es levantarme para pasarle la sal o la pimienta al que está en la otra punta de la mesa. Menos mal que alguien ha pensado en eso y ha inventado el salpimentero robótico.
Su diseño robótico está inspirado en los robots de los años sesenta, dándole un toque muy retro a la mesa. La gran virtud de estos recipientes es que se pueden desplazar gracias con su mecanismo a cuerda. Un pequeño paso para el robot, pero un gran salto para la vagueza humana.
Ahora mismo están sin stock, pero pronto los podremos comprar por unos 22 euros el pack. Si queréis verlos en funcionamiento, podéis visionar este vídeo y así haceros a la idea de la velocidad que pueden alcanzar.
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