sábado, 26 de enero de 2013
Deep Space: una década para la minería de asteroides
Anunciado hace unas horas por el presidente de la compañía, Deep Space pretende comenzar en el año 2015 su proyecto de minería de asteroides. El plan, hace unos años un sueño difícilmente realizable, tratará de extraer y recuperar metales de los asteroides para posteriormente reparar y reponer las naves que se encuentran en el espacio. De tener éxito, el hombre podría llevar a cabo misiones más complejas en el tiempo.
Lo primero que habría que decir es que Deep Space no es la primera compañía privada en intentar semejante reto. El año pasado fue Planetary Resource Inc. (promocionada entre otros por el cineasta James Cameron o Larry Page) la que anunció un proyecto similar. La principal diferencia es que estos tratarán de alcanzar el reto con fines comerciales distintos. La idea de PR (comenzaría en el 2020) es extraer los minerales preciosos en rocas cercanas a la Tierra para posteriormente explotarlas comercialmente y que puedan servir como recursos para la Tierra.
El plan trazado por Deep Space comenzaría en el 2015. En dos años lanzarían una serie de sondas no tripuladas (bajo el nombre de FireFly) que pudieran servir de toma de contacto en los primeros seis meses. Estas primeras naves servirían para explorar los asteroides que se encuentran en el Sistema Solar. Según Rick Tumlinson, presidente de la compañía:
Podemos hacer máquinas increíblemente pequeñas, más baratas y más rápidas que nunca. Sondas preparadas para examinar cualquier objeto que se acerca a la Tierra.
Diez años más tarde, en una década, comenzaría la verdadera prueba de fuego. Si todo sale según lo previsto, la minería de asteroides será una realidad con las primeras extracciones en las rocas espaciales de una segunda flota de sondas más pesadas bajo el nombre de DragonFlies. Estas serían las encargadas de extraer metales y agua. Según David Gump, CEO de Deep Space:
Descubrimos alrededor de 900 nuevos asteroides que pasan cerca de la Tierra cada año. Pensemos que estos pueden convertirse en indispensables al igual que el mineral de hierro de Minnesota lo fue para la industria del automóvil en Detroit el siglo pasado. Los metales y el combustible de las rocas pueden expandir la industria espacial de este siglo, esa es nuestra idea.
Una vez extraídos los recursos, se apuntan tres posibilidades. Algunas de las muestras serán objeto de investigación científica, otras pasarán a ser vendidas como objetos para coleccionistas. Por último, la tercera vía y quizá más importante, es la de abastecer con estos materiales de los asteroides a las naves que se encuentran en misiones espaciales, bien como herramientas de reparación, o bien a modo de combustible. De esta forma se alargaría la vida de una misión en el espacio y, según la compañía, se abaratarían costes.
Será a partir del 2015 en un proyecto que, al igual que Planetary Resources, busca comerciar con los recursos del espacio. Un proyecto apasionante con el que la minería de asteroides ayudaría a conseguir misiones espaciales inimaginables hasta hace unos años.
Vine, el vídeo llega a Twitter de manera oficial
Twitter pasó de ser un servicio que permitía enviar 140 caracteres, a convertirse en toda una plataforma que poco a poco ha ido incoporando servicios añadidos. Ocurrió con las imágenes en su día y ahora el vídeo acaba de llegar de manera oficial a la red social. Lo hace a través de Vine, un aplicación que la compañía compró hace unos meses y que ahora incorpora aunque de manera un tanto peculiar.
Holding hands at Tilden park vine.co/v/biTaEEwdq2n?1— James Buckhouse (@buckhouse) January 24, 2013
Por ejemplo, no está integrado en las aplicaciones oficiales o en la web, sino que se trata de una aplicación completamente externa donde podemos añadir vídeo de hasta 6 segundos y compartirlo en un tweet. En la web, similar a como ocurre ahora con las Twitter Cards, se muestra una visualización del vídeo insertado en el mismo cuerpo del tweet. De momento la aplicación sólo está disponible para iOS, compatible con el iPhone y el iPod Touch, aunque Twitter ha confirmado que está trabajando para llevarlo a más plataformas lo antes posible.
ADN para el almacenamiento de datos, una realidad tras alcanzar el 99,9% de exactitud
Un equipo de investigadores del European Bioinformatics Institute en Cambridge ha desarrollado un método para responder al desafío del almacenamiento de archivos electrónicos en la era digital. ADN para elalmacenamiento de datos frente a las tecnologías actuales, la mayoría costosas y que requieren de un suministro de electricidad o se deterioran con el tiempo. La genética puede ofrecer una opción aún mejor para archivar grandes cantidades de datos. Un desarrollo que ha alcanzado estos días un 99,9% de exactitud.
Concebido por los científicos Nick Goldman y Ewan Birnet, la alternativa EBI ADN sería un sistema perdurable y extremadamente compacto. Un sistema que ha conseguido registrar los sonetos de Shakespeare o archivos MP3 en "hebras" de ADN, un avance que podría suponer el trasvase de millones de registros almacenados en un puñado de moléculas en lugar de los discos duros de los ordenadores.
Los investigadores explican que al traducir los archivos informatizados en un ADN similar al que podemos encontrar en plantas y animales, es posible almacenar una cantidad equivalente a mil millones de libros, datos que podrían estar durante miles de años en un pequeño tubo de ensayo.
Aunque se trata de un método a día de hoy costoso, podría ser mucho más eficiente que los discos duros o cintas magnéticas para el almacenamiento a largo plazo de grandes conjuntos de datos como pueden ser registros de los gobiernos.
En una década se espera que la técnica se haya vuelto lo suficientemente barata como para que el almacenamiento de ADN se convierta en rentable para el público y se pueda comercializar. Según Goldman, quién dirigió el estudio:
Ya sabemos que el ADN es una forma eficaz de almacenar información, ya que podemos extraerlo de los huesos de mamuts lanudos, los cuales se remontan a miles de años. Además, se trata de algo increíblemente pequeño, denso y que no necesita de energía para el almacenamiento, por lo que su transporte y mantenimiento es sencillo.
Los investigadores indicaron que habían sido capaces de utilizar las letras químicas de una muestra de ADN (G, A, T y C) para codificar los unos y ceros de varias grabaciones digitales. Estos ascendieron a casi un megabytede datos donde se incluían sonidos, imágenes y texto.
Un trabajo donde convirtieron un archivo de audio de Martin Luther King (I have a dream), una fotografía del laboratorio, un archivo en PDF de un documento académico y una versión de texto de los sonetos de Shakespeare, en código de ADN.
El código fue posteriormente enviado a un laboratorio de Estados Unidos, donde los expertos lo convirtieron en cuerdas sintéticas de ADN que se asemejaban a diminutas motas de grano de polvo. Finalmente, los investigadores secuenciaron el ADN sintético para recuperar el código antes de convertirlo de nuevo en los archivos informáticos originales. Un trabajo que concluyó con un 99,9% de exactitud.
Realizando un paralelismo con las muestras del mamut, se estima que una "taza" de ADN que se ha desarrollado durante tres mil millones de años manteniendo la información genética, podría almacenar alrededor de 100 millones de horas de vídeo de alta definición.
Goldman finaliza el estudio publicado explicando el futuro prometedor que le espera al uso del ADN para el almacenamiento de datos:
Debido a que hoy resulta caro y una de sus grandes ventajas es la longevidad, las aplicaciones potenciales iniciales estarán dirigidas a salvaguardar información de alto nivel como pueden ser registros de los gobiernos. Pero a medida que el precio comience a bajar, el sistema estará disponible para el gran público con presupuestos más pequeños.
Los investigadores aseguran que en 10 años podría convertirse en una alternativa rentable.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)