Y es que si lo pensamos fríamente es eso, un iPhone de mayor tamaño que aporta nuevas funcionalidades: la posibilidad de utilizarlo como un visor de información mucho más cómodo, así como si de un editor mucho más versátil se tratase. Nos gusta mucho la posibilidad de incluirlo con conectividad 3G (y libre), aunque para ello tendremos que pagar un suplemento que no resulta barato: 130 dólares. El resto de especificaciones son interesantes: una pantalla de 9.7 pulgadas multitáctiles de tipo IPS con una resolución de 1024×768 píxeles, capacidades de entre 16 y 64 GB, bluetooth 2.1, WiFi 802.11n y GPS, entre otras.
Es un dispositivo interesante, innovador hasta cierto punto y que gracias al sello de Apple tiene parte del éxito asegurado. Al menos en lo que a número de conversaciones por la red se refiere, porque a muchos no nos termina de convencer.
Apple iPad, un dispositivo muy bien hecho sobre un producto que no es nuevo
Si bien iPad sigue un poco aquella línea, es un dispositivo que pone el listón muy alto. Ofrece no sólo un diseño exquisito (como prácticamente todo lo que lleva el sello Apple), sino también una potencia que por lo que parece será bárbara (se habla de videojuegos y reproducción 720p sin problemas, y posiblemente también aplicaciones en segundo plano, si bien este último punto aún falta por confirmar en el iPhone OS 4.0). Hablamos también de un gadget muy abierto en funcionalidades con el que podremos hacer un montón de cosas: navegar por Internet, chatear, utilizar aplicaciones de ofimática, leer libros… de hecho, Apple ha dicho que prácticamente todo el catálogo de la App Store será compatible. Habrá que ver finalmente cómo se queda eso, porque la lista es interminable y muy amplia en todos los aspectos, al menos en lo que a cantidad se refiere.
Pero iPad no reinventa nada. Que tengamos 150.000 aplicaciones no significa nada, más que hay un puñado de buenos programas y una gran mayoría de patrañas que hasta da vergüenza ajena abrir. Cuando hablamos de un dispositivo para todo hablamos de que es posible de un montón de cosas, no de que sea ideal para ellas. De hecho, es ideal para muy poco.
Un gadget para todo
Ya hemos visto que iPad puede hacer un montón de cosas. Ahora bien, ¿estaremos cómodos utilizando esas funcionalidades? Os pongo ejemplos más concretos.
Ver películas o jugar serán posibles en el iPad, y además con una calidad asombrosa (como ya hemos comentado, se espera vídeo en alta definición 720p). Sin embargo, este tipo de contenidos suelen ser idóneos para pantallas más grandes, como las de un televisor de 26, 32, 40 o incluso más pulgadas. Las películas son para la tele, al igual que los videojuegos son para disfrutar cómodos.
Y es que es bonito y lo permitirá, pero si jugar con el iPhone ya resulta incómodo, con el iPad parece serlo aún más. Sostener un dispositivo de unos 700 gramos (que no es pesado, ni mucho menos) con las manos abiertas y pulsando sobre su pantalla (recuerdo, nada de botones físicos), lo siento, pero a mi no me convence. Yo soy más de un mando o controlador mucho más pequeño y que además se adapta a mi mano.
¿Y las películas? Para ocasiones puntuales está bien, pero no es útil para aficionados al cine que le vayan a dar un uso más habitual. Otro gallo cantaría si existiese la posibilidad de utiliza una salida de vídeo, pero por ahora parece que no se dará el caso. Y por ahora también todo apunta a que nuestro televisor seguirá siendo el centro multimedia de nuestro hogar, más aún ahora que lo tenemos tan fácil con dispositivos como los reproductores multimedia con disco duro.
Los libros es otro de los campos que no terminan de convencer. Teniendo unos dispositivos tan maravillosos como los lectores de libros electrónicos, el iPad no es especial en este sentido, no es un lector de nada. Es un simple visor que a través de software será capaz de reproducir contenido en formato EPUB.
Pero no incluye ninguna ventaja en lo que al hardware se refiere. Su pantalla cansará nuestra vista, su batería se agotará rápidamente en comparación con los ebooks (hasta 10 horas de autonomía en total según Apple, ya veremos cuánto aguanta con un uso real), y no ofrecerá, ni de lejos, la sensación que sí aportan los lectores libros electrónicos auténticos.
A su favor, la tienda online de libros que Apple pondrá detrás del iPad, con un catálogo que se espera sea muy amplio. Veremos a ver si es capaz de superar a la del actual Kindle, entre otras muchas tiendas del estilo.
Apple quiere para el iPad la tienda online más completa
Quizá sea uno de los puntos que más me han gustado. Crear una tienda online para todo, de fácil acceso y donde encontraremos música, películas, series, trailers, programas o incluso libros.
Es ideal, un concepto que, al menos yo, esperaba desde hace mucho tiempo. El usuario no quiere buscar por Internet hasta dar con una tienda que no ha visitado nunca. Quiere algo rápido, directo y conocido, a donde acudir sabiendo ya de antemano que te encontrarás con lo que buscas.
La iTunes Store será ahora más universal que nunca, y tendrá aún más contenido que nunca jamás. Hablamos de una auténtica tienda de cultura, y además muy completa y con precios notablemente menores que los que nos encontramos en tiendas físicas (por ejemplo, los libros estarán en 5 o 15 dólares).
No me extrañará en absoluto que Apple bata records de ventas históricos en su iTunes Store durante este 2010.
iPad, un capricho doméstico que para nada es útil en el mercado profesional
Hace unos cuantos años Apple se caracterizaba por ofrecer productos realmente competitivos en el mercado profesional, pero poco útiles en el ámbito doméstico, además de caros. Ahora la balanza ha cambiado mucho: Apple se centra en la electrónica del hogar, dejando un poco (bastante) de lado los productos más técnicos y profesionales.
Siendo directos, Apple iPad vale de muy poco en el trabajo. No se podrá trabajar con él, ni se podrá utilizar con ficheros de cualquier extensión, formato o documento, más allá de lo que Apple quiera o permita su lista de aplicaciones.
iPad es un capricho doméstico, algo inútil en un trabajo salvando un puñado de excepciones.
Sobre el uso real del equipo hay muchas dudas. Se queda a medio camino de nada, y con un precio que no es precisamente asequible, parece ahora mismo más un capricho que una necesidad. iPad es actualmente un capricho para el ocio, que aunque podamos disfrutarlo igual o mejor con otros dispositivos (películas en una televisión de verdad, juegos en una consola seria o Internet en un ordenador completo, por poner algunos ejemplos), con iPad lo tendremos todo bajo un mismo aparato, con una interfaz que a priori será genial y una potencia muy buena. Pero pagando a partir de 500 dólares el modelo más básico.
Apple iPad, conclusiones: no se acerca a lo que vimos hace tres años
iPhone supuso una completa revolución, una bomba de relojería a punto de estallar, el inicio de una nueva forma de entender el teléfono móvil: el que podía llamar, navegar, leer el correo, reproducir vídeos o música, y todo con una interfaz asombrosa y fluidísima, un diseño espectacular y un precio no muy abusivo. El primer modelo carecía de algunos aspectos base, pero éstos fueron afortunadamente limados durante los siguientes dos modelos.
Apple iPad no se parece al iPhone, no en cuanto a lo que representa. iPad quiere ser un centro multimedia, pero no aporta ni una interfaz nueva, ni una forma diferente de entender la tecnología.
iPad no es esa bomba de relojería que sí fue el iPhone.
¿Lo será en un futuro? Apple iPad es el primero de una nueva familia de productos Apple. Los tablets están este año empezando a florecer, y su futuro es muy longevo aún. Es posible que haya llegado demasiado pronto, pero aunque la idea parece buena, aún tiene mucho camino por recorrer.
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