Imaginad la hipotética situación: estáis surcando el espacio exterior a bordo de nueva nave y, de repente, la puerta presurizada se avería y queda abierta. O imaginad que estáis flotando en órbita a la Tierra con vuestro traje espacial y se os olvida ajustaros la escafandra.
Todos hemos visto en las películas las diversas maneras en las que podríais morir en el vacío del espacio. Pero la mayoría de esas formas son erróneas.
Lo que probablemente os mataría antes si quedarais expuestos al vacío del espacio exterior sería un fallo cardíaco, la primera causa de muerte en los países del Primer Mundo.
En algunos experimentos realizados por científicos que exponían a animales a diferentes niveles de presión, descubrieron que en condiciones de vacío, muchos de ellos comenzaban a tener problemas cardíacos en apenas un minuto. Una vez que el corazón se para, la presión en el interior de los pequeños vasos sanguíneos cae en picado, permitiendo al vacío acelerar sus daños. Afortunadamente una de las primeras cosas que suceden tras la exposición al vacío es la pérdida de consciencia. En apenas 10 o 15 segundos te desmayarías… y ya no despertarías jamás.
En la vida real, solo ha habido un accidente mortal por despresurización en el espacio. Ocurrió en la misión rusa Soyuz-11 en 1971, cuando un sello se rompió durante la reentrada en la atmósfera terrestre. Cuando la nave llegó a tierra, se descubrió que los tres tripulantes habían muerto por asfixia.
¿Entonces lo que dicen las películas es mentira? Pues en la mayoría de películas de ciencia ficción, sí. Por ejemplo, el Desafío Total (Total Recall), al protagonista se le hinchan los ojos como dos huevos duros hasta que explotan. Esto no es posible porque no existe la suficiente presión en nuestro interior para hacerlos reventar.
Tampoco moriríais por congelación. El cuerpo iría perdiendo calor muy lentamente. Cuando llegara la congelación, ya haría mucho que habríais muerto por otras causas. Esto sucede porque el vacío es un gran aislante térmico: aunque estéis a una temperatura próxima al Cero Absoluto, la congelación no es inmediata, tal y como sucedería en la superficie de la Tierra. En el espacio sólo se pierde calor mediante la radiación
Todo cuerpo a una temperatura por encima del cero absoluto emite fotones. Los fotones los asociamos a la luz, pero si un fotón tiene menos energía dejaremos de verlo. Los fotones que emitimos por radiación están en la banda del infrarrojo.
¿Entonces lo que dicen las películas es mentira? Pues en la mayoría de películas de ciencia ficción, sí. Por ejemplo, el Desafío Total (Total Recall), al protagonista se le hinchan los ojos como dos huevos duros hasta que explotan. Esto no es posible porque no existe la suficiente presión en nuestro interior para hacerlos reventar.
Tampoco moriríais por congelación. El cuerpo iría perdiendo calor muy lentamente. Cuando llegara la congelación, ya haría mucho que habríais muerto por otras causas. Esto sucede porque el vacío es un gran aislante térmico: aunque estéis a una temperatura próxima al Cero Absoluto, la congelación no es inmediata, tal y como sucedería en la superficie de la Tierra. En el espacio sólo se pierde calor mediante la radiación
Todo cuerpo a una temperatura por encima del cero absoluto emite fotones. Los fotones los asociamos a la luz, pero si un fotón tiene menos energía dejaremos de verlo. Los fotones que emitimos por radiación están en la banda del infrarrojo.
Tampoco hervirá la sangre. Porque la sangre permanecería en vuestro interior, protegida por la presión que ejerce vuestra piel, membranas, paredes celulares y vasos sanguíneos. Sí que herviría, por ejemplo, la saliva que tuviésemos en nuestra lengua o la lágrima que recubre nuestras córneas. Pero herviría a 37ºC, que es la temperatura a la que estaban. No nos quemarían al hervir.
Tampoco os estallarían los pulmones. Al menos si os cuidáis de vaciaros de aire y no lo contenéis en vuestro interior respirando profundamente: en cuanto la presión externa descendiese, el aire de los pulmones tendería a expandirse. Esto lo saben bien los buceadores.
Tampoco moriríais por asfixia. Aguantar la respiración os dará al menos un par de minutos de vida. Antes llegaría el fallo cardíaco, como dijimos: en 10 o 15 segundos.
Tampoco os estallarían los pulmones. Al menos si os cuidáis de vaciaros de aire y no lo contenéis en vuestro interior respirando profundamente: en cuanto la presión externa descendiese, el aire de los pulmones tendería a expandirse. Esto lo saben bien los buceadores.
Tampoco moriríais por asfixia. Aguantar la respiración os dará al menos un par de minutos de vida. Antes llegaría el fallo cardíaco, como dijimos: en 10 o 15 segundos.
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