En su afán por descifrar los mecanismos de la mente humana, algunos ya no saben qué inventar. Ahora, un dominio de internet, acaba de sacarse de la manga un método de análisis de personalidad que haría olvidarse de sus psicólogo al mismísimo Woody Allen.
El secreto no está en pasarse horas en un diván, sino en encender el ordenador y contestar a la pregunta clave:
¿Contraseña?
Nuestra respuesta es más importante de lo que creemos, según CentralNic, que ha realizado una encuesta sobre claves entre 1.200 usuarios de ordenador del Reino Unido. Los resultados han sido analizados por Helen Petrie, profesora de Interacción entre Humanos y Computadoras de la City University de Londres, y su conclusión es que la contraseña puede considerarse una especie de test psicológico.
Cuando piensas en algo para utilizarlo como password, inconscientemente acuden a tu mente tus obsesiones, o las cosas que realmente te importan
Además, la clave puede destapar nuestros secretos mejor guardados, ya que, para no olvidarla tendemos a usar elementos que podamos asociar con otros almacenados en nuestra memoria a largo plazo, como los recuerdos de nuestra infancia.
En su estudio, Petrie ha definido cuatro grupos. Familiares (48%)
Si usas como clave tu nombre, el de tu pareja, tu mascota o una fecha relevante, formas parte de este grupo.
Son personas con fuertes lazos familiares y eligen claves que simbolizan cosas con un gran valor emocional dice Petrie.
Este tipo de usuarios no saben mucho de ordenadores, pero los utilizan de forma ocasional.
Fans (32%)
Son usuarios jóvenes y sus claves son una especie de distintivo social. Según Petrie:
Escogen nombres de famosos que sean admirados o estén relacionados de algún modo con el grupo al que quieren pertenecer
Los nombres más usados son de deportistas y personajes de ficción, como Homer Simpson o Darth Vader.
Sexuales (11%)
“Sexy“ y “puta“ son algunas de las claves preferidas por este grupo, en el que se encuentran personas que dan mucha importancia al sexo.
Tradicionalmente, los usuarios que usaban estas contraseñas eran hombres, pero ahora un 37% son mujeres. Términos como “semental“ y “diosa“ buscan autoafirmación del individuo.
Crípticos (9%)
“JgdX68“, “45CTraS:3“... son claves más difíciles de descifrar y, por lo tanto, las preferidas por este grupo, formado por usuarios concienciados acerca de la seguridad, pero poco originales. Combinan números y letras que presentan algo para ellos, pero no para los demás. Por ejemplo, evitan las iniciales de su nombre.
Por otra parte, SplashData publica en su web las 25 peores contraseñas del año 2011. Algunas como “1234” o “password” son dignas de una revisión y un cambio inminente.
Y tú, ¿de quién eres?
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