Según un nuevo estudio del Gobierno de los Estados Unidos el zumo de las sandías desechadas podría ser una nueva fuente de biocombustible, ya que de los fluidos azucarados se puede sacar etanol.
En las grandes explotaciones, ya no solo de EEUU sino de todo el mundo, hay pérdidas porque el producto no sale a gusto del consumidor, es decir, aparencia perfecta, recordad que el consumidor compra con los ojos.
Aproximadamente un quinto de las sandías que se cultivan al año tienen formas raras o marcas que las convierten en poco atractivas para el consumidor, dice el coautor del estudio Wayne Fish, químico del Servicio de Investigación Agrícola de Lane (Oklahoma).
Los investigadores prepararan varios lotes experimentales del combustible en el laboratorio, optimizan el proceso para producir unos 87 litros de etanol a partir del valor de un acre de fruta sin utilizar.
Las granjas de entre 121 a 405 hectáreas podrían conservar ellas mismas el etanol y utilizarlo para su propia explotación.
Las granjas más grandes podrían incluso producir etanol suficiente para la venta. El proceso no es muy diferente a fabricar cerveza casera, aunque para producirla a mayor escala sería necesario unos retoques en el laboratorio.
Si esas sandías se las ofrecen a los millones de niños y personas adultas que se mueren de hambre en cualquier zona del mundo no creo que no las aceptasen por tener marcas o formas raras. Usar la comida para hacer carburantes o cualquier otra cosa que no sea comérsela me parece una idiotez y una falta de sentido común y respeto por toda esa gente que no tiene con que alimentarse.
ResponderEliminarEs lo mismo con la gente que se pasa el día diciendo "esto no me gusta" "ya no quiero más" después de haberse llenado el plato y al final lo tiran a la basura.
La comida es para comerla y punto.
Si se usan simplemente las sandías que han salido malas, podridas o resecas eso es diferente, porque no las puede comer nadie, son desechos.