martes, 9 de marzo de 2010

Fotografía: Ken Hermann : Kumbh Mela 2010











Almohada para colocar el brazo debajo


Hay gente que elige, para dormir, las posiciones más extrañas al punto de preguntarnos cómo pueden descansar de ese modo.

Pues si eres de aquellos que colocan uno de sus brazos bajo la almohada y al despertar sienten esa zona entumecida o dolorida, quizás la Arm Sleeper’s Pillow pueda llegar a solucionar el problema.

Se trata ésta de una almohada que cuenta con una ranura en la parte inferior especialmente pensada para colocar allí el brazo.

De esta manera, se aliviará la presión ejercida por la cabeza y el cuello, se evitarán los problemas musculares y demás consecuencias de esa postura tan habitual.


En tanto, el producto se presenta hipoalergénico y brinda una posición en la que lleva la cabeza un poco hacia atrás, de modo de abrir las vías respiratorias y aliviar el problema de los ronquidos.

Además, cuenta con una suave cubierta extraíble y lavable a máquina, aunque si pretendes combinar su funda con las sábanas será esa una misión un tanto complicada.

¿Su precio? 73,60 euros al cambio.

Sitio Oficial Hammacher : http://www.hammacher.com/Product/78540?source=CJ&cm_mmc=CJ-_-1414665-_-1492714-_-Hammacher+Product+Catalog

'Repo Men' Trailer HD

En caso de Terremoto, el Triángulo de Vida puede salvarte


Cuando un edificio colapsa, el peso del techo cae sobre los objetos o muebles aplastándolos, pero queda un espacio vacío al lado de ellos. Este se denomina “triángulo de vida“.

Cuando más grande el objeto, cuanto más pesado y fuerte, menos se va a compactar. Cuanto menos el objeto se compacte por el peso, mayor es el espacio vacío o agujero al lado del mismo, mayor es la posibilidad de que la persona que está usando ese espacio vacío no sea lastimada.

MEDICAL ILUSTRATIONS

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Diseño: Sillón "Beso" de Velichko Velikov



Diseño: colección ¡ levántate ! de Phillip Don



Diseño: Cuberterías












2010 Lexus Hybrid Commercial: 'Milestones'

Tron Legacy Trailer


Tron Legacy - Trailer / Bande-Annonce HQ [VO]
por Lyricis

Somos como somos dependiendo de donde estamos (I)


Existe un mito muy arraigado en el acervo popular: que somos así o asá y eso nos define, que somos buenos o malos, que somos amables o ariscos, que somos altruistas o egoístas. O eres una cosa o eres la otra. Y, además, lo eres para casi siempre.

Diversos experimentos psicológicos empiezan a demostrar que esto no es así. Que los múltiples rasgos de nuestra personalidad se manifiestan de manera caprichosa y hasta contradictoria. Y que generalmente lo que más influye en estos cambios repentinos en nosotros mismos no es otra cosa que nuestro entorno.

Hasta el punto de que alguien puede ser una cosa o justo lo contrario de un día para el otro.

Parece que esta afirmación vaya en contra de nuestras intuiciones más profundas. Y también frases como: “Juan es muy amable y honrado conmigo, pero es muy retorcido con sus compañeros de trabajo”. Porque, al pensar en una personalidad, tendemos a imaginarla en términos absolutos. Pero la conducta humana funciona de otra forma muy distinta a cómo la intuimos.

¿Por qué cometemos este error de base? Los psicólogos denominan esta tendencia Error Fundamental de Atribución (FAE).

Por ejemplo, se hizo el siguiente experimento: el público evalúa la actuación de unos jugadores de baloncesto, de calidad y talento similares. El primer grupo de deportistas está tirando a encestar, en un gimnasio con buena iluminación. El segundo grupo hace lo mismo pero en un recinto mal iluminado, lo cual provoca que fallen muchos tiros.

El público juzgó por mayoría que el grupo de deportistas del gimnasio bien iluminado jugaba mejor. Es decir:

Cuando se trata de interpretar la conducta de otras personas, los seres humanos cometemos invariablemente el error de sobreestimar la importancia de los rasgos fundamentales del carácter y minusvalorar la importancia del contexto y de la situación.

El experimento del gimnasio (tal y como sucede con tantos otros) ofrece resultados parecidos aunque se advierta al público la circunstancia de que el recinto está bien o mal iluminado. Porque hay algo dentro de todas las personas que hace querer explicar, instintivamente, el mundo que les rodea en términos de los atributos esenciales de las personas. Por inercia, prestamos más atención a las pistas personales que a las contextuales.

Además de eso, el psicólogo Walter Mischel sostiene que la mente humana cuenta con una especie de “válvula de reducción” que “crea y mantiene la percepción de la continuidad, incluso frente a cambios observados una y otra vez en la conducta.”