jueves, 6 de mayo de 2010

Dávila: “Bono envió mensajeros con amagos de amenazas” a La Gaceta


Más (por enésima vez) de la catadura moral de la izquierda española, ladrona sin nigún tipo de pudor de fondon públicos multimillonarios.

El director de La Gaceta, Carlos Dávila, afirma que José Bono envió "mensajeros, algunos con amagos de amenazas" para que dejaran de publicarse los detalles de su patrimonio. Sobre la irrupción de Público en el Bonogate, apunta directamente a La Moncola.

Carlos Dávila habla en una entrevista en El Semanal Digital del caso Bono que ha destapado La Gaceta. Dice que el papel de la Fiscalía General del Estado exculpando al presidente del Congreso sin ni siquiera investigarlo "es un remedo de lo que hizo la señora Fernández de la Vega echando mano de las instituciones para defenderse. A ver cuándo llega el momento de que la Fiscalía y la Abogacía del Estado no sean empleadas por el Gobierno para solventar sus asuntos".

El director de La Gaceta no cree casual la irrupción del diario Público en el caso Bono. "El otro día escribía que la única casualidad en la vida es que te toque la lotería. Conociendo como conocemos la estrechísima vinculación entre la Casa Roures y compañía con La Moncloa no tengo la menor duda de que si han decidido sacar dos páginas sobre el patrimonio de Bono es porque allí les han dado el nihil obstat. Por tanto, eso sí que tiene consecuencias políticas y algún tipo de explicación, que podría ser la siguiente según me cuentan: en los últimos dos meses Bono ha hecho algún tipo de movimiento para ser el sucesor de Zapatero. Ante eso, La Moncloa habría reaccionado y, aprovechando que nosotros, gratis et amore, empezamos con este asunto, se habrían subido al mismo a través de su diario más cercano. Evidentemente, a día de hoy creo una cosa: que la irrupción de Público es decisiva para el porvenir de Bono".

En cuanto al giro de El Mundo, que al principio defendió al presidente del Congreso para pedirle explicaciones después, dijo que "se prestaron no sólo a hacerle una entrevista sino a ser transmisores de los presuntos papeles –digo presuntos porque no los hemos visto- que Bono llevó a la Fiscalía General del Estado en un episodio insólito que nadie entiende". Pero recordó Dávila que Bono olvidó mencionar al menos un piso en Madrid y el apartamento en Alicante. "Me imagino que, en El Mundo, cosas como esas les han resultado tan sugestivas como para emprender esta rectificación".

Bono se defendió de las sospechas atacando a quienes las denunciaban, a los que calificó de "calumniadores" e intentó desprestigiarles diciendo que eran de extrema derecha. Según Dávila, Bono sigue "con la tesis de que somos unos calumniadores, a la que quiero contestar preguntando en dónde está la calumnia". "Ni hemos calumniado ni hemos difamado. Sólo hemos presentado unos papeles a consideración de todos, incluyendo un cheque con su numeración y cantidad. ¿Dónde está la difamación?".

Carlos Dávila afirmó que Bono "en los primeros días intentó abortar un par de temas. A mí no me llamó él directamente pero ha enviado mensajeros, algunos con magos de amenazas que, naturalmente, no hemos atendido".

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