Diez Estados europeos han decidido sumarse a Italia en defensa del crucifijo en el conocido como ‘caso Lautsi’, que enfrenta al país transalpino al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. En concreto, han pedido al TEDH poder ser parte en el segundo juicio que tendrá lugar en Estrasburgo el próximo 30 de junio.Los diez Estados son, por orden alfabético, Armenia, Bulgaria, Chipre, Grecia, Lituania, Malta, Mónaco, San Marino, Rumanía y Rusia.
El 3 de noviembre de 2009, la Segunda Sección del TEDH falló, en medio de una gran polémica, que la presencia del crucifijo en las aulas era contraria tanto “al derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones ” como al “derecho de los niños a la libertad religiosa” porque “los niños italianos serían educados en un ambiente escolar caracterizado por una confesión específica”.
De esta manera, el TEDH daba la razón a una extranjera afincada en Italia.
Inmediatamente después de conocer este fallo, el Gobierno italiano decidió recurrirlo. Además de los diez estados antes señalados, Polonia y Austria también se han posicionado en contra del fallo. Ningún Estado u ONG han apoyado oficialmente el fallo.
“Es un precedente importante en la práctica del Tribunal porque los Estados se abstienen de intervenir cuando un caso les afecta”, señala Gregor Puppinck, director del Centro Europeo por el Derecho y la Justicia. “Lo que están haciendo estos diez Estados es explicar al Tribunal cuál es su límite jurisdiccional y cuál es el límite de su competencia para crear nuevos ‘derechos’ en contra de la voluntad de los Estados miembros”.
Asimismo, no tiene precedentes esta alianza entre países católicos y ortodoxos frente a la ideología liberal y secular. Unen fuerzas para proteger su herencia religiosa y su libertad y poder reafirmar el derecho de los símbolos cristianos de estar presentes en el espacio público de sus respectivos países.
El 3 de noviembre de 2009, la Segunda Sección del TEDH falló, en medio de una gran polémica, que la presencia del crucifijo en las aulas era contraria tanto “al derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones ” como al “derecho de los niños a la libertad religiosa” porque “los niños italianos serían educados en un ambiente escolar caracterizado por una confesión específica”.
De esta manera, el TEDH daba la razón a una extranjera afincada en Italia.
Inmediatamente después de conocer este fallo, el Gobierno italiano decidió recurrirlo. Además de los diez estados antes señalados, Polonia y Austria también se han posicionado en contra del fallo. Ningún Estado u ONG han apoyado oficialmente el fallo.
“Es un precedente importante en la práctica del Tribunal porque los Estados se abstienen de intervenir cuando un caso les afecta”, señala Gregor Puppinck, director del Centro Europeo por el Derecho y la Justicia. “Lo que están haciendo estos diez Estados es explicar al Tribunal cuál es su límite jurisdiccional y cuál es el límite de su competencia para crear nuevos ‘derechos’ en contra de la voluntad de los Estados miembros”.
Asimismo, no tiene precedentes esta alianza entre países católicos y ortodoxos frente a la ideología liberal y secular. Unen fuerzas para proteger su herencia religiosa y su libertad y poder reafirmar el derecho de los símbolos cristianos de estar presentes en el espacio público de sus respectivos países.
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