Derecho a Vivir llama a los padres a defender su libertad frente a los “comisarios políticos de la sexualidad”

Aunque los llama “agentes de salud”, el Gobierno quiere crear un “ejército” de adoctrinadores, para imponer a los menores una ética sexual al margen de la libertad constitucional de los padres.

La llamada Estrategia Integral de Salud Sexual y Reproductiva que elabora el Gobierno, prevé la creación de todo un cuerpo de “agentes de salud” que adoctrinen a los alumnos en lo referente a la sexualidad sin que los padres sean informados, ni mucho menos consultados.

Quienes formen parte de este nuevo cuerpo, se configuran como auténticos “comisarios políticos de la sexualidad”, a juicio de la doctora Gádor Joya, portavoz de la plataforma Derecho a Vivir, que ha realizado un llamamiento a los padres a que, igual que se han rebelado contra la imposición de Educación para la Ciudadanía, emprendan una nueva batalla social para defender su derecho a educar a sus hijos según sus propias convicciones.

“No es de recibo que niños de tan corta edad sean bombardeados ideológicamente desde el Gobierno, rompiendo de manera flagrante con la libertad de educación de los padres consagrada en nuestra Constitución”, ha señalado Joya.

“No nos oponemos a que los menores reciban una educación sexual adecuada a su edad y desarrollo. Es más, consideramos que se trata de algo fundamental. Por eso mismo nos negamos a que sea decidida por el Gobierno”, ha incidido la portavoz de Derecho a Vivir.

La Estrategia Integral de Salud Sexual y Reproductiva forma parte de los contenidos de la nueva Ley del Aborto que entrará en vigor el próximo 5 de julio, en cuyo articulado se especifica que la educación sexual se ha de impartir con “perspectiva de género” (art. 5.1 e).

La Plataforma Derecho a Vivir anima a los padres a pedir en los centros educativos que se les informe de forma previa y con detalle tanto de los contenidos como de las orientaciones ideológicas del trabajo que desarrollarán los “comisarios políticos de la sexualidad”. “Sería lógico que, si se nos pide autorización para que los niños acudan, por ejemplo, a una excursión, se realice del mismo modo con estas materias mucho más sensibles”, ha expresado Gádor Joya.