Deberían informar también en Google que desde que se aprobó la Ley del Aborto en 1986 se asesinaron en España a 1.300.000 niños no natos por medio del aborto.
Pedirán la intervención del Ministerio de Igualdad para presionar a la compañía.
Una buena parte de los abortorios españoles quieren aparecer en Google AdWords, pero el buscador no quiere aceptar su petición porque considera que tales promociones vulneran su línea editorial.
La compañía norteamericana ya ha comunicado a los abortorios que no aceptará sus anuncios si contienen las siguientes palabras: "Diagnóstico prenatal", "enfermedades venéreas", "ginecología", "IVE", "planificación familiar", "planificación familiar, estudios de fertilidad", "planificación familiar, píldora día después" y "pruebas de paternidad".
Google ha comunicado a los abortorios las condiciones por las que se rigen este tipo de anuncios en determinados países, como el nuestro:
“Entendemos que te preocupe que hayamos rechazado tu anuncio basándonos en nuestra política de abortos. AdWords de Google impide anunciar sitios web que promocionen servicios de aborto y que se orienten a los siguientes países y territorios: Alemania, Argentina, Brasil, España, Filipinas, Francia, Hong Kong, Indonesia, Italia, Malaisia, México, Perú, Polonia, Singapur o Taiwan”.
El País recoge hoy la información sobre este conflicto entre la compañía norteamericana, que en absoluto es antiabortista, y la industria española de destrucción de embriones humanos:
“Los centros consideran que, tras la aprobación de la nueva ley del aborto, la interrupción voluntaria del embarazo ha salido del Código Penal, por lo que la política de Google se ha quedado obsoleta.
El 24 de abril, los abogados de las clínicas remitieron un burofax a Google en el que le instaban a cambiar su política. "Con la aplicación de modelos morales ajenos a nuestra legislación, unido al hecho de que su buscador es referencia en nuestro país, se está no sólo infringiendo las citadas normas sino que se está poniendo en grave riesgo la salud y los derechos de las mujeres españolas", decía al buscador.
Google ha reconocido que lleva a cabo esta política y se reafirma en su carta: "El tema del aborto es un tema emotivo, y en Google creemos que no debemos tomar partido. En 2008 se ha revisado nuestra política de anuncios sobre el aborto con el fin de asegurarnos que era justa, estaba actualizada y en consonancia con las costumbres y prácticas locales donde opera la compañía. Como resultado, se decidió no incluir anuncios de servicios de aborto, como las clínicas de aborto, en algunos mercados entre los que se encuentra España. Sin embargo, y dentro de una visión general, los anuncios sobre el aborto en general son posibles y también es posible que las asociaciones religiosas incluyan anuncios sobre el aborto, de una manera objetiva", indicó un portavoz de Google.
La representación legal de estos centros estudia reclamar a la Comisión de la Competencia un posible abuso de posición dominante, puesto que consideran que el veto de Google es más relevante que el de cualquier otro soporte publicitario, al controlar en torno el 80% de la publicidad online en España.”
Los abortorios estudian además dirigirse al Ministerio de Igualdad para que presione a Google en este asunto.
Una buena parte de los abortorios españoles quieren aparecer en Google AdWords, pero el buscador no quiere aceptar su petición porque considera que tales promociones vulneran su línea editorial.
La compañía norteamericana ya ha comunicado a los abortorios que no aceptará sus anuncios si contienen las siguientes palabras: "Diagnóstico prenatal", "enfermedades venéreas", "ginecología", "IVE", "planificación familiar", "planificación familiar, estudios de fertilidad", "planificación familiar, píldora día después" y "pruebas de paternidad".
Google ha comunicado a los abortorios las condiciones por las que se rigen este tipo de anuncios en determinados países, como el nuestro:
“Entendemos que te preocupe que hayamos rechazado tu anuncio basándonos en nuestra política de abortos. AdWords de Google impide anunciar sitios web que promocionen servicios de aborto y que se orienten a los siguientes países y territorios: Alemania, Argentina, Brasil, España, Filipinas, Francia, Hong Kong, Indonesia, Italia, Malaisia, México, Perú, Polonia, Singapur o Taiwan”.
El País recoge hoy la información sobre este conflicto entre la compañía norteamericana, que en absoluto es antiabortista, y la industria española de destrucción de embriones humanos:
“Los centros consideran que, tras la aprobación de la nueva ley del aborto, la interrupción voluntaria del embarazo ha salido del Código Penal, por lo que la política de Google se ha quedado obsoleta.
El 24 de abril, los abogados de las clínicas remitieron un burofax a Google en el que le instaban a cambiar su política. "Con la aplicación de modelos morales ajenos a nuestra legislación, unido al hecho de que su buscador es referencia en nuestro país, se está no sólo infringiendo las citadas normas sino que se está poniendo en grave riesgo la salud y los derechos de las mujeres españolas", decía al buscador.
Google ha reconocido que lleva a cabo esta política y se reafirma en su carta: "El tema del aborto es un tema emotivo, y en Google creemos que no debemos tomar partido. En 2008 se ha revisado nuestra política de anuncios sobre el aborto con el fin de asegurarnos que era justa, estaba actualizada y en consonancia con las costumbres y prácticas locales donde opera la compañía. Como resultado, se decidió no incluir anuncios de servicios de aborto, como las clínicas de aborto, en algunos mercados entre los que se encuentra España. Sin embargo, y dentro de una visión general, los anuncios sobre el aborto en general son posibles y también es posible que las asociaciones religiosas incluyan anuncios sobre el aborto, de una manera objetiva", indicó un portavoz de Google.
La representación legal de estos centros estudia reclamar a la Comisión de la Competencia un posible abuso de posición dominante, puesto que consideran que el veto de Google es más relevante que el de cualquier otro soporte publicitario, al controlar en torno el 80% de la publicidad online en España.”
Los abortorios estudian además dirigirse al Ministerio de Igualdad para que presione a Google en este asunto.
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