martes, 11 de mayo de 2010

Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI) - pura contradicción al negar su oscurantismo abortista

Niega la mayor afirmando que son "un colectivo demasiado pequeño y modesto para que el Gobierno legisle para ellos", pero el mismo día reclamaba mayor concreción legal de cara a ejercer impunemente sobre los menores.


El presidente de la patronal abortista -la denominada eufesmísticamente Asociación de Clínicas Acreditadas para la Interrupción del Embarazo (ACAI)-, Santiago Barambio, negaba ayer lunes públicamente, en declaraciones a Europa Press, que exista "oscurantismo o falta de claridad" respecto al número de abortos por clínica que se realizan en España. Con ello, salia al paso de las decaraciones realizadas al diario La Razón por el senador popular Luis Peral, quien acusa al Ministerio de Sanidad de "oscurantismo" al negarse -en una pregunta parlamentaria- a revelar este dato acogiéndose "al secreto estadístico", regulado por la Ley 12/89 de la Función Estadística Pública.

¿El argumento de Barambio para negar la mayor? Pues según seguía decarando a la citada agencia, es "una tontería" afirmar que el Gobierno esté dándoles co bertura y que haya reformado la ley del aborto para ellos, como afirmaba Peral. Lo que ocurre, dice, es que son "un colectivo demasiado pequeño y modesto para que el Gobierno legisle para ellos. Es más, creemos que tenemos muy poco poder".

Más que curiosa respuesta, cuando el mismo día, en rueda de prensa, el propio presidente de la patronal abortista solicitaba al Gobierno un mayor desarrollo y concreción legal respecto a la perpetración del aborto a menores sin consentimiento ni conocimiento dee los padres. Esto es, de cara a la impunidad o al blindaje legal que les permita perpetrar abortos con cuanta mayor libertad, sí se debe legislar para "un colectivo demasiado pequeño y modesto".
Tampoco casan bien sus excplicaciones cuando ayer mismo advertían que el acento debe ponerse, de cara al desarrollo de la nueva ley del aborto, en el acotrinamiento, lo que llaman "formación y educación sexual en las escuelas". Una educación, claro está, que pasa por la aceptación del aborto e incluso su promoción frente a "embarazos no deseados".

Barambio proseguía relatando a Europa Press que los negocios abortista envían cada año a las comunidades donde trabajan los boletines confidenciales de sus actividades, donde figuran todos los datos y que, más tarde, son enviados al Ministerio de Sanidad para realizar la estadística de abortos anual. Sin embargo, se apresuraa a destacar que la finalidad de estos datos "no es política, sino estadística"

"Cuando una clínica se acredita, está comprometía a enviar a su departamento de salud una hoja anónima y confidencial con datos que después servirán para hacer las estadísticas. Se envían estos datos, pero con una finalidad estadística, no política", puntualizó, negando así que exista secretismo u opacidad en el manejo de estas cifras.

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